¿Qué hacen las mejores universidades para impulsar el aprendizaje?
Detalle BN6
- Inicio
- ¿Qué hacen las mejores universidades para impulsar el aprendizaje?
¿Qué hacen las mejores universidades para impulsar el aprendizaje?
Por medio de una indagación a las propuestas experimentales e innovadoras de distintas universidades alrededor del mundo, se descubren iniciativas hacia la formación general y especializada, flexibilidad curricular, personalización y autonomía de los estudiantes.
Elia Noemí Partida Martínez
Coordinación de Innovación, Desarrollo y Exploración Académica (CIDEA)
A través de las últimas cuatro ediciones, la sección de Innovación Académica ha registrado los resultados del proceso de indagación acerca de lo que hacen distintas universidades alrededor del mundo para promover el aprendizaje de los estudiantes.
Liderado por el equipo del Proyecto Aprendizaje y Experimentación (ApEx) de la Coordinación de Innovación, Desarrollo y Exploración Académica (CIDEA), se exploró una muestra de cuatro de las universidades más prestigiosas según el Academic Ranking of World Universities: Harvard, Cambridge, la Universidad de Tokio y la Universidad de Melbourne.
Asimismo, se hizo una indagación de algunas instituciones de educación superior que se distinguen por sus propuestas educativas experimentales e innovadoras. Estas fueron: Antioch College (Ohio), Bard College (Nueva York), Bennington College (Vermont), Minerva Schools at KGI (San Francisco), Berea College (Kentucky), Jacobs University (Alemania) y Quest University (Canadá).
En esta edición, presentamos tres tendencias estrechamente relacionadas entre sí y que se distinguen por ofrecer a los estudiantes una formación que combina amplitud y profundidad, la posibilidad de definir el rumbo de su formación a partir de un proceso iterativo detonado por sus propios intereses y la oportunidad de generar conocimiento desde diversas disciplinas y tomando en consideración múltiples y variadas experiencias de aprendizaje que van seleccionando con el acompañamiento y orientación de profesores tutores.
Combinación de formación general y especialización: amplitud y profundidad
En la mayoría de las universidades referidas se ofrecen cursos de formación general, sobre todo en relación con las artes liberales y las ciencias, en los que se busca que los estudiantes desarrollen habilidades y competencias fundamentales para su formación profesional.
En las diversas propuestas formativas hay bastante coincidencia en que durante este tramo de la experiencia universitaria —que en promedio abarca el primer año— los estudiantes aprendan a plantear preguntas y a construir su propia ruta de indagación, a investigar, a pensar de manera crítica y creativa, a razonar analíticamente y a comunicarse e interactuar de manera efectiva.
La apuesta es que los jóvenes sean capaces de comprender el mundo para transformarlo. Por ello, en varias universidades se les impulsa a plantear problemas urgentes y hacer preguntas complejas, y a responderlas a partir de la exploración, la investigación y el descubrimiento desde diversas disciplinas, pues queda claro que por sí sola ninguna es capaz de lidiar con esos problemas o dar solución a las interrogantes. Por consiguiente, los estudiantes tienen la oportunidad de tomar las clases que quieran.
Por ejemplo, en el curso de Análisis Formales de Minerva Schools (dentro de las Ciencias Computacionales), los estudiantes aprenden lógica inductiva. Este concepto, que forma parte de la competencia de pensamiento crítico, se introduce primero en lecturas y actividades de clase sobre clonación, luego se aplica a temas de inteligencia artificial, el estudio de pandemias globales y si el dinero hace feliz a la gente. De esta manera, se explora un concepto único en varios campos: biología, informática, salud pública y psicología.
Es hasta el segundo o tercer año que los estudiantes eligen el área en la que se quieren concentrar o especializar. Así pues, en este tramo formativo, el énfasis está puesto en desarrollar una comprensión profunda de un área de estudio en particular de entre una amplia variedad de campos a elegir. Incluso, en algunos casos, los alumnos tienen la oportunidad de construir sus propios campos de estudio.
Asimismo, se alienta a los estudiantes a perseguir sus pasiones y explorar estudios fuera de su especialidad a través de materias optativas, fomentando el desarrollo de un conjunto más extenso y complementario de habilidades.
Flexibilidad curricular
Los estudiantes tienen libertad de definir su propia trayectoria formativa en función de sus intereses, pasiones y objetivos personales, y tienen a su alcance diversos recursos para definirlo, ya sea en su formación inicial o a partir del área de concentración en la que deciden especializarse.
En algunas universidades los estudiantes pueden decidir si inician con el periodo de formación genérica o con una especialización definida, con la posibilidad de cambiar de rumbo durante el camino.
En Bennington, por ejemplo, aproximadamente la mitad de los cursos son nuevos de un período a otro, y los estudiantes o profesores que desean investigar los problemas a medida que se desarrollan, proponen minicursos intensivos "emergentes". Así, el plan de estudios se flexibiliza para incluir cursos impulsados por lo que atrae a profesores y estudiantes.
Personalización y autonomía
Con el acompañamiento de tutores o supervisores, los estudiantes seleccionan los cursos o las experiencias que les ayuden a cumplir los objetivos académicos que se han planteado. De esta manera, aprovechan al máximo los recursos de la universidad tanto dentro como fuera del aula.
Aunque suele haber una oferta de cursos para la concentración o especialización, los estudiantes también pueden construir sus propios campos de estudio; además, pueden participar en diversos espacios de reflexión y discusión académica, tanto formales como informales, en los que exploran sus intereses: proyectos de investigación, iniciativas de participación social y prácticas creativas, trabajo de campo, experiencias de aprendizaje-servicio, etc.
Asimismo, en algunas universidades los alumnos asisten a las supervisiones, que son sesiones de grupo pequeño, acompañadas de un académico, que brindan a los estudiantes la oportunidad de explorar su tema más profundamente, discutir su trabajo e ideas y recibir retroalimentación periódica.
El supuesto detrás de esto es que una formación dinámica, significativa y relevante se logra cuando los propios estudiantes definen su rumbo a partir de una curiosidad intelectual en constante expansión. Así, la ganancia no está solo en los aprendizajes obtenidos a lo largo de este trayecto sino en la forma en la que ellos mismos han sido capaces de construirlo.